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Mi nombre es Pablo Robles y soy el fundador de Psiro. Fueron dos los motivos principales que me llevaron a estudiar la carrera de psicología. Por un lado, siempre he sentido un gran interés en conocer por qué la gente se comporta de la manera en que lo hace, cuales son los desencadenantes cognitivos y emocionales de su comportamiento. Por otro, se encuentra la parte práctica, y es que trabajar con personas, ayudándolas a superarse día a día en cualquier ámbito resulta realmente gratificante.

Así, realicé la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Murcia, cursando tanto la Intensificación en Psicología Clínica y de la Personalidad, como la Intensificación en Psicología Social. De ésta manera me aseguraba el comprender tanto el funcionamiento del ser humano socialmente adaptado y sin problemas como el funcionamiento patológico o clínico, a fin de dilucidar con mayor facilidad los motivos que llevan de uno a otro. Más tarde, me especialicé en el tratamiento de las diversas patologías mentales cursando el Máster en Psicología de la Salud y Práctica Clínica en la Universidad Católica de San Antonio. Durante todo este tiempo, he podido ampliar también mi formación con cursos, conferencias y seminarios de diversa índole. Gracias a ello, también he podido ejercer como profesor universitario en varios cursos impartidos por la Universidad de Murcia.

Mis objetivos en terapia están centrados en poder ayudar al paciente a entender qué le ocurre, cuáles son los factores que favorecen su problema y qué puede hacer para superarlo. Para ello, se prepara un ambiente amable y comprensivo, en el que cada persona pueda sentirse escuchada, aportando al paciente una mejor comprensión de la situación, así como habilidades de manejo emocional y comportamental, de manera que éste pueda con ello hacer frente al malestar emocional y a la situación del que deriva. En caso de iniciar una terapia con niños o adolescentes, se trabaja también aportando a la familia, si fuera necesario, las herramientas específicas para poder hacer frente a la situación y ayudar en el trabajo terapéutico.

Por ello, durante todos los años en los que he trabajado como psicólogo he centrado mi práctica en dos principios: el primero, nunca se deja de aprender. Siempre hay nuevos ámbitos, nuevas terapias con validez empírica o diferentes aspectos del ser humano en los que puedes profundizar. Por ello me he movido por diferentes asociaciones, hospitales y centros clínicos y educativos, a fin de poder conocer el comportamiento emocional y social desde diferentes puntos de vista, aprendiendo sobre cada patología y su desarrollo en los distintas etapas del desarrollo humano. El segundo principio, no menos importante, se basa en una idea básica en psicología clínica, y es que cada paciente es único. Cada persona tiene su propio bagaje cultural y de aprendizaje, y aunque las técnicas para regular o manejar pensamientos u emociones tengan una base común, deberán adaptarse a los condicionantes personales y contextuales de cada persona.

Por todo ello trabajo una psicología centrada en el paciente, que busca que éste sea capaz de entender su problemática y de adquirir los recursos necesarios para lograr afrontarla. De esta manera, el paciente será capaz de comprenderse a sí mismo, de adaptarse y de poder vivir más satisfactoriamente en los diferentes ámbitos que componen su día a día.

Experiencia Profesional